miércoles, 13 de junio de 2007

Instrucciones para hacer funcionar una organización




Bienvenidos queridos lectores de La Plaga Verde. Hoy iniciaremos la saga de las teorías de la organización que nos darán algunas pistas sobre como entender o diseñar el funcionamiento de una organización al menos con una pizca de criterio.

La primera de ellas se remonta a los inicios del siglo XX y cuenta con una pésima reputación por estos lados del tercer mundo.

Con ustedes… La Teoría Clásica
Max Weber fue uno de sus más importantes impulsadores. Éste es el mismo señor que le dio forma a la llamada Burocracia y a eso me refería cuando hablaba de su mala reputación, aunque no todo sea tan malo o lento como lo pintan.

La teoría clásica cuenta con los siguientes elementos básicos:
- Orden
- Jerarquía
- Control
- Planificación
- Autoridad
- Disciplina

No arrugue la cara, puede que el resultado no sea tan maluco como lo indica su predisposición.

La teoría clásica fue un buen intento de hacer funcionar las organizaciones –y a sus empleados- como máquinas. Las cadenas de producción, donde cada empleado ponía el mismo clavo en el carro, o la misma trenza en el zapato surgen de este pensamiento.

En una organización de inclinación clásica veremos que todo está fríamente calculado, las tareas están delimitadas y descritas, las personas en general son prescindibles y reemplazables y la cadena de mando es siempre de arriba hacia abajo – en el mismo sentido fluye la comunicación.

Ventajas de la teoría aplicadas a la plaga verde:
Considero que esta teoría tiene algunas características positivas a la hora de hacer funcionar una organización: el orden, la disciplina y la planificación son sin duda valores que potencian el alcance de un objetivo. En los scouts el deber ser es que exista una planificación trimestral, semestral o anual en las unidades (es decir los diferentes sub grupos que conforman un grupo scout), en el grupo scout y en general en todos los subsistemas de la organización. Para cumplirla es preciso tener disciplina para elaborar los programas de las actividades semanales al día, estar en contacto con los padres de forma puntual, estimar los costos e idear formas de financiamiento o abaratamiento de costos en las actividades, contactar a los muchachos y muchachas para mantenerlos informados, etc. Sin duda si estos valores no estuvieran presentes en la organización no podrían cumplirse los diferentes objetivos que nos planteamos a la hora de educar a un lobato, scout o rover. No podría tampoco haber una evolución y crecimiento en ninguno de los subgrupos, ya se trate del mismo scout que no aprende nada porque todo se le enseña a lo loco, ya sea para el propio dirigente que no entiende donde comienza la actividad y donde termina el desorden y finalmente para la organización que tendrá en la base de su funcionamiento grupos improvisados aplicando programas improvisados.

Defectos de la teoría
La mala fama de la Burocracia, pensamiento que como ya he mencionado moldea a la teoría clásica, se da en el momento en que estos controles, esta jerarquía y, sobre todo, el exceso de pasos y protocolos que se interponen a la hora de hacer una tarea sencilla en una empresa pervirtieron el concepto, o al menos la palabra, dejándonos ese mal sabor de boca y esa sensación de secretaria comiendo chicle que aparece cuando escuchamos nombrar la palabra Burocracia.
La deshumanización es un riesgo de la teoría clásica en el momento en que el individuo no es más que una pieza dentro del engranaje empresarial.

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